¡Que levante la mano quien no se haya echado unas partidas al Fortnite esta semana! Pocos, ¿verdad? El gigante de Epic Games sigue siendo el rey del mambo en el universo de los Battle Royale, pero últimamente no es oro todo lo que reluce en la isla. Ha estallado una polémica que resuena con fuerza en foros y redes sociales, y que pone en el punto de mira una de las prácticas más controvertidas de la industria actual: el uso de Inteligencia Artificial para la creación de arte.
La comunidad, siempre con el ojo avizor, ha puesto el grito en el cielo tras detectar varias imágenes dentro del juego, especialmente con la llegada del Capítulo 7, que tienen toda la pinta de ser «cocinadas» por una IA. Y claro, la pregunta que nos hacemos todos es: ¿está una compañía multimillonaria como Epic recortando gastos a costa de sus artistas? Vamos a desgranar este salseo.
El Yeti de nueve dedos: la prueba del delito
Todo comenzó, como suelen empezar estas cosas, con un post en Reddit. Un usuario compartió una imagen de un póster dentro del juego que mostraba a un yeti relajándose en una hamaca. Hasta ahí, todo normal. Pero los detectives de la comunidad no tardaron en hacer zoom y… ¡sorpresa! El simpático personaje tenía nueve dedos en los pies, cuatro en uno y cinco en el otro. Un error anatómico que es, para muchos, una firma inconfundible de las IAs generativas, que a menudo patinan en detalles como las extremidades.
A partir de ahí, se abrió la veda. Los jugadores empezaron a escudriñar cada rincón del mapa en busca de más «arte-basura» (o «AI slop», como lo ha bautizado la comunidad angloparlante). Y encontraron más: un spray de Marty McFly con un estilo sospechosamente parecido a los filtros de Studio Ghibli que se hicieron virales, y otros pósteres con detalles extraños que han levantado ampollas. La bola de nieve (nunca mejor dicho, hablando de yetis) se hizo gigante, con hilos en Reddit que acumulan miles de votos y comentarios acusando a Epic de «vagancia» y de faltar al respeto a los artistas que han definido la icónica estética de Fortnite.
La postura de Epic y el «sentido común» de Tim Sweeney
Y mientras la comunidad ardía, ¿qué hacía Epic Games? Pues, de momento, guardar un silencio que a muchos les resulta ensordecedor. La compañía no ha emitido un comunicado oficial para confirmar o desmentir las acusaciones, lo que no ha hecho más que avivar las llamas.
Lo que sí tenemos son unas declaraciones bastante recientes de Tim Sweeney, el mandamás de Epic. Justo antes de que estallara el escándalo, Sweeney afirmó que exigir a los desarrolladores que etiqueten el uso de IA en las tiendas de videojuegos «no tiene sentido», argumentando que esta tecnología estará presente en «casi toda la producción futura». ¡Vaya timing, Tim! Para muchos, estas palabras son una justificación anticipada y una señal de que la compañía está más que dispuesta a abrazar la IA, nos guste o no.
La controversia se complica aún más cuando uno de los artistas freelance que colabora habitualmente con Fortnite, Sean Dove, tuvo que salir a defender uno de los diseños señalados (el de Marty McFly), mostrando las capas de su proceso de creación manual. Sin embargo, admitió que para un detalle del fondo, un reloj, pudo haber usado sin darse cuenta una imagen de stock generada por IA. Esto demuestra lo enrevesado que se está volviendo el panorama: a veces, ni los propios artistas pueden estar 100% seguros de no estar utilizando elementos generados por máquinas.
¿Traición a la comunidad o evolución inevitable?
Aquí es donde el debate se pone interesante. Por un lado, es comprensible el cabreo de la comunidad. Fortnite ha amasado una fortuna gracias, en gran parte, a su identidad visual única y al trabajo de cientos de artistas. Ver cómo, presuntamente, se recurre a atajos automatizados es percibido como una traición. Es un mensaje que muchos interpretan como «nos importa más la velocidad y el ahorro que la calidad y el talento humano». Hay jugadores que incluso han amenazado con dejar el juego.
Por otro lado, la industria del videojuego siempre ha estado en la vanguardia de la tecnología. ¿Es la IA generativa simplemente la siguiente herramienta en el arsenal de los desarrolladores? Algunos argumentan que, utilizada correctamente, puede agilizar tareas repetitivas y permitir que los artistas se centren en los aspectos más creativos. El problema, claro está, es dónde se traza la línea. ¿Es un póster de fondo un «elemento creativo» o una «tarea mundana»?
Lo que es innegable es la falta de transparencia. En una era donde los jugadores demandan comunicación y honestidad, el silencio de Epic y las declaraciones de Sweeney se sienten, como mínimo, un poco fuera de tono. No se trata de demonizar la tecnología, sino de debatir sobre su uso ético y el valor que le damos al trabajo humano en el arte que consumimos.

