Cuando The Alters se anunció, la premisa de 11 bit studios ya prometía algo especial. Un juego que mezcla supervivencia, gestión de recursos y una narrativa profunda sobre la identidad no es algo que veamos todos los días. Tras pasar horas explorando este título, puedo decir que cumple con creces, aunque no sin algún tropiezo. En este análisis, desgranaremos qué hace de The Alters una experiencia única y por qué, a pesar de sus aciertos, no alcanza la perfección absoluta.
Un naufragio existencial
La historia nos pone en la piel de Jan Dolski, un hombre atrapado en un planeta hostil tras un accidente espacial. Su única esperanza para sobrevivir es crear versiones alternativas de sí mismo, los llamados «alters», cada uno moldeado por decisiones cruciales de su pasado. Este concepto es fascinante: ¿quién serías si hubieras tomado otro camino en la vida? 11 bit studios logra que esta pregunta no solo sea el núcleo narrativo, sino también la base de sus mecánicas. Cada alter tiene habilidades, personalidades y necesidades únicas, lo que añade capas de complejidad a la gestión de recursos y relaciones.
Lo que más me sorprendió, y debo admitirlo con un cariño especial, fue la forma en que el juego te hace empatizar con estas versiones de Jan. En una partida, uno de mis alters, un ingeniero gruñón pero eficiente, se negaba a colaborar porque sentía que lo estaba explotando. Me vi discutiendo con él (o conmigo mismo, en cierto modo) y ajustando mi estrategia para mantenerlo contento. Es un detalle que hace que The Alters se sienta vivo, como si tus decisiones importaran más allá de los números en pantalla.
Jugabilidad: Un equilibrio delicado
En términos de mecánicas, The Alters combina gestión de recursos, exploración y supervivencia con un toque de estrategia en tiempo real. Construir una base, recolectar el valioso Rapidium y mantener a tus alters vivos mientras enfrentas tormentas solares es un desafío constante. La interfaz es intuitiva, y los controles en PS5, con gatillos adaptativos que refuerzan la tensión de ciertas acciones, son un acierto. Sin embargo, la curva de aprendizaje puede ser abrumadora al principio. Recuerdo haber perdido una partida tras subestimar una tormenta, lo que me obligó a replantear mi enfoque. Es un juego que castiga los errores, pero recompensa la planificación.
No todo es perfecto. La gestión de recursos puede volverse repetitiva en las fases intermedias, y algunas misiones secundarias carecen de la profundidad de la trama principal. He leído opiniones que alaban su rejugabilidad, como la de Revista Level Up, que lo califica como «uno de los videojuegos independientes más adictivos de 2025». Estoy de acuerdo en que la rejugabilidad es alta gracias a las decisiones narrativas, pero discrepo en que la gestión sea siempre adictiva. En mi experiencia, ciertos momentos se sienten como un trámite, lo que resta fluidez a la experiencia.
Una narrativa que brilla
Donde The Alters realmente destaca es en su narrativa. Los diálogos son brillantes, con un equilibrio entre humor sarcástico y momentos de introspección que te hacen cuestionar tus decisiones. La ciencia ficción aquí no es solo un telón de fondo; es una herramienta para explorar temas como el arrepentimiento, la identidad y el sacrificio. Cada alter representa un «y si» en la vida de Jan, y sus interacciones son tan humanas que a veces olvidé que estaba jugando y no viendo una serie de Black Mirror.
Sin embargo, hay un aspecto que me dejó un sabor agridulce. Algunos giros argumentales, aunque impactantes, se sienten forzados, como si el juego quisiera sorprender a toda costa. No diré más para evitar spoilers, pero esta ambición narrativa a veces juega en su contra. Aun así, la historia es lo bastante sólida como para mantenerte enganchado durante las 15-20 horas que puede durar una partida, dependiendo de tu estilo de juego.
Apartado técnico y artístico
Visualmente, The Alters es una delicia. El diseño del planeta, con sus paisajes áridos y cielos alienígenas, crea una atmósfera opresiva pero hermosa. La banda sonora, minimalista pero efectiva, acompaña perfectamente los momentos de tensión y calma. En PS5, el rendimiento es estable, con tiempos de carga rápidos y sin errores graves. No obstante, las animaciones faciales de los alters podrían pulirse más; en ciertos diálogos, la expresividad no está a la altura del guion.
Conclusión: Un viaje que merece la pena
The Alters no es un juego perfecto, pero sí una experiencia memorable. Su propuesta narrativa, combinada con una jugabilidad sólida aunque no exenta de altibajos, lo convierte en una de las sorpresas de 2025. Si te gustan los títulos que te hacen pensar mientras gestionas recursos en un entorno hostil, este juego es para ti. Personalmente, me ha dejado con ganas de volver a explorar otros caminos de Jan Dolski, aunque con la esperanza de que futuras actualizaciones pulan sus aristas. En un año repleto de grandes lanzamientos, 11 bit studios demuestra una vez más que sabe contar historias que resuenan.