A ver, seamos sinceros. Si llevas en esto de World of Warcraft tanto tiempo como yo, la palabra «housing» te provoca un tic en el ojo y una risa nerviosa. Es el unicornio de Azeroth, la promesa susurrada en foros durante dos décadas, el «ya si eso para la siguiente expansión». Pero, colegas, agarraos a la silla porque parece que Blizzard, en un giro de guion más inesperado que un gnomo ganando un concurso de mates, por fin lo ha hecho. Con World of Warcraft: Midnight, la segunda entrega de la Saga del Alma Mundo, no solo volvemos a Quel’Thalas a enfrentarnos al Vacío, sino que también nos dan las llaves de nuestra propia casa. Y no, no es una tienda de campaña en un rincón de Durotar. Estamos hablando de un sistema de viviendas con todas las letras.
La pregunta del millón es: ¿ha valido la pena la espera? ¿Estamos ante una feature cosmética para pasar el rato o una verdadera revolución que cambiará cómo vivimos en Azeroth? Pues, tras bucear en la información y ver las primeras demos, tengo que decir que la cosa promete, y mucho.
«Mi Casa, Mis Reglas»: Un Sistema Pensado Para Todos (Incluso Para Ti, Caótico Maligno)
Lo primero que me ha volado la cabeza es la filosofía detrás de este sistema: es para todos. Blizzard ha gritado a los cuatro vientos que si quieres una casa, la tienes. Se acabaron las loterías infernales a lo Final Fantasy XIV, donde conseguir una parcela es más difícil que tirar a un jefe de raid con un grupo de pugs. Aquí no hay costes desorbitados ni mantenimientos que te obliguen a farmear oro como si no hubiera un mañana. Tu casa es tuya y punto. Un aplauso lento para Blizzard por entender que nuestro tiempo ya es bastante valioso.
Un Editor Que Desata al «Art Attack» que Llevas Dentro
Vale, tenemos la casa. ¿Y ahora qué? Pues aquí viene la magia. El editor de viviendas promete ser una auténtica locura, con un modo básico para los que solo queremos poner cuatro muebles y un modo avanzado para los detallistas empedernidos. Hablamos de poder rotar objetos en tres ejes, escalar, colocar elementos flotando y hasta hacer «clipping» (superponer objetos) de forma opcional para crear estructuras únicas. ¿Quieres un árbol saliendo del tejado? Adelante. ¿Una montaña de libros que desafíe las leyes de la física? Tu lienzo, tus normas.
Los objetos de decoración se conseguirán, literalmente, jugando. Misiones, profesiones, logros, exploración… todo el contenido del juego, antiguo y nuevo, será una fuente de mobiliario. Esto, amigos míos, es un golpe maestro. Integra el housing en el ADN de World of Warcraft, dándole un propósito a revisitar contenido y premiando la dedicación.
Más Allá de Cuatro Paredes: El Poder de la Comunidad
Pero si hay algo que puede convertir este sistema en algo verdaderamente REVOLUCIONARIO, es su enfoque social. No tendremos una casa aislada en una instancia para que la vean solo nuestros amigos. ¡Tendremos barrios!
Vecinos, Hermandades y Proyectos en Común
Blizzard nos dará a elegir entre vecindarios públicos, donde nos mezclaremos con otros jugadores del servidor, y vecindarios privados para nuestra hermandad o grupo de amigos. Cada barrio podrá albergar hasta 50 casas. Y no solo eso, existirán «proyectos de vecindario», iniciativas temáticas para modificar las zonas comunes y darle una identidad única al barrio, fomentando la cooperación. Ya me imagino las competiciones de decoración entre hermandades o los eventos de rol que se pueden montar aquí. Es, sencillamente, brillante.
Además, el sistema está pensado para ser flexible. Las casas serán compartidas por toda tu «Warband» (la nueva función que agrupa a tus personajes), y podrás visitar e incluso vivir en barrios de amigos sin apenas restricciones de facción. ¡Se acabaron los dramas entre Horda y Alianza a la hora de decidir dónde vivir!
Acceso Anticipado: ¡A Decorar Antes que Nadie!
Para los más impacientes, Blizzard ha preparado un acceso anticipado que comenzará con el parche 11.2.7. Quienes precompren cualquier edición de Midnight podrán empezar a decorar su hogar y hacerse con su parcela antes del lanzamiento oficial de la expansión. Los demás jugadores, aunque no puedan tener su casa aún, sí podrán empezar a coleccionar objetos de decoración. Una forma inteligente de que nadie se quede atrás del todo.
En definitiva, el sistema de viviendas de WoW: Midnight no solo parece cumplir con las expectativas, sino que tiene el potencial de superarlas. No es una simple copia de otros MMOs; es una propuesta que aprende de sus errores y aciertos, dándole un toque «Blizzard» centrado en la comunidad y la accesibilidad. Si lo ejecutan bien, podríamos estar ante una de las mejores y más importantes adiciones a World of Warcraft en toda su historia. Ahora, si me disculpáis, tengo que ir a hacer bocetos de mi futura mansión en Quel’Thalas.

