Marvel Cosmic Invasion: Tortas cósmicas para llevar
¡Por fin está aquí! Después de meses de teasers que nos tenían con el hype por las nubes, Marvel Cosmic Invasion ya ha aterrizado en nuestras consolas y PCs. Y creedme cuando os digo que la espera, con sus más y sus menos, ha merecido la pena. Los chicos de Stellar Studios, un equipo que hasta ahora solo nos había dado indies de naves con mucho encanto, se han lanzado a la piscina de las grandes licencias y, oye, no solo han aprendido a nadar, sino que se han marcado unos largos dignos de medalla olímpica.Estamos ante un beat ‘em up de los de toda la vida, un «yo contra el barrio» de manual, pero con un barniz cósmico que le sienta de maravilla. Olvídense de las complejas mecánicas de los RPG de Marvel o de los mundos abiertos clónicos; aquí hemos venido a lo que hemos venido: a repartir estopa a diestro y siniestro por toda la galaxia. ¿La excusa? Pues la de siempre, pero qué más da: Annihilus y su Onda Aniquiladora están sembrando el caos y, cómo no, un grupete de héroes desparejados tiene que pararles los pies. Simple, directo y al mentón. Como nos gusta.
Una carta de amor a los clásicos
Desde que inicias la primera partida, Marvel Cosmic Invasion te agarra de la solapa y te grita: «¿Te acuerdas de Streets of Rage? ¿Y de Final Fight?». La jugabilidad es un homenaje constante a la era dorada de los 16 bits. Contamos con un botón de ataque rápido, uno fuerte, un salto y un especial que consume vida si no tienes la barra de poder llena. ¡La fórmula de siempre! Pero es en los pequeños detalles donde el juego brilla con luz propia.Cada personaje se siente único. No es lo mismo controlar la furia desatada de Drax el Destructor, un tanque lento pero con una pegada que derriba muros, que la agilidad y los combos aéreos de Gamora. Y qué decir de Star-Lord, que mezcla ataques cuerpo a cuerpo con sus blásters elementales, o de la magia de Nova, que limpia la pantalla de enemigos con una facilidad pasmosa. El juego te invita a probarlos todos, a encontrar tu estilo y, sobre todo, a disfrutar del caos en su cooperativo local para cuatro jugadores. Porque sí, amigos, este es uno de esos títulos que se disfrutan el doble con colegas en el sofá, gritando, robándose los pollos asados que sueltan los enemigos y culpándose mutuamente por una muerte estúpida. Pura nostalgia embotellada.
Un festín visual con algún que otro pero
A nivel artístico, el juego es una delicia. El diseño de personajes, con un estilo cel shading muy marcado, les da un aire de cómic en movimiento espectacular. Los escenarios, que nos llevan desde los mercados flotantes de Knowhere hasta las naves colmena de la Onda Aniquiladora, están llenos de vida y detalles que los fans más acérrimos de los cómics cósmicos de Marvel sabrán apreciar. Ver a Groot desatando su especial y convirtiéndose en una bestia de ramas y furia es, sencillamente, impagable.Sin embargo, no todo es perfecto en la galaxia. Aunque el rendimiento es sólido en general, en los momentos de mayor caos, con cuatro jugadores en pantalla y docenas de insectoides de Annihilus atacando, he notado alguna que otra caída de frames, especialmente en la versión de Switch. Nada que rompa el juego, pero sí lo suficiente como para sacarte de la inmersión por un segundo. Además, aunque la campaña es muy rejugable gracias a su sistema de desbloqueables y niveles de dificultad, se puede hacer un pelín repetitiva hacia el final. Al fin y al cabo, la fórmula del beat ‘em up tiene sus límites, y aquí no se han arriesgado a reinventar la rueda.

