¿Qué tal, gente? Noviembre ya está aquí, y con él llega esa mezcla tan particular de frío, la sensación de que las Navidades están a la vuelta de la esquina y, por supuesto, una nueva tanda de juegos «gratis» con PS Plus. Y vamos a ser sinceros, ha habido meses bastante… cuestionables. Pero parece que Sony quiere que terminemos el año con buen sabor de boca, porque la selección de este mes, aunque no lo parezca a primera vista, tiene bastante miga. El titular indiscutible es, cómo no, el rugido de un motor en mitad del barro: EA Sports WRC 24 llega derrapando a nuestras bibliotecas. Pero ojo, que sus acompañantes no son para nada relleno. ¡Vamos a destriparlos!
El rey del fango: EA Sports WRC 24
Venga, que levante la mano quien no lo viera venir. Después de un año en el mercado, era carne de PS Plus. La entrega de este año del simulador de rallies de Codemasters y EA ha sido, en mi humilde opinión, el paso adelante que necesitaba la franquicia. Se siente como la evolución lógica de aquel mítico DiRT Rally 2.0, pero con la licencia oficial del WRC bajo el brazo, que siempre viste mucho.
Lo primero que notas al volante es que el sistema de conducción dinámico se ha refinado. Cada superficie, ya sea la gravilla de Grecia o el asfalto traicionero de Montecarlo, se siente diferente, única. El coche te habla, y más te vale escuchar si no quieres acabar abrazando un árbol. Es exigente, sí, pero increíblemente gratificante cuando clavas una curva cerrada sin rozar ni una brizna de hierba.
El modo Carrera sigue siendo el núcleo de la experiencia, permitiéndote crear tu propio equipo desde cero. Aunque a veces puede pecar de ser un poco denso en menús —muy al estilo EA, para qué negarlo—, la sensación de progresión está muy lograda. Además, el modo Momentos, que te permite revivir situaciones históricas del WRC, es una auténtica delicia para los fans del motor. Eso sí, no esperéis una revolución gráfica. El juego cumple, pero se nota que el motor ya tiene sus años y hay texturas que, ejem, podrían ser un poquito mejores. Pero, ¿a quién le importa una roca en baja resolución cuando vas a 180 km/h por un camino forestal?
Los acompañantes: De la distopía felina al caos más absoluto
Pero eh, que no solo de rallies vive el gamer. Este mes, el plato principal viene con dos guarniciones de lo más interesantes que redondean un mes fantástico.
Stray (PS4/PS5)
Si por algún casual cósmico aún no has jugado a esta joya, ya no tienes excusa. Stray fue una de las grandes sorpresas de 2022 y poder recuperarlo ahora es un lujazo. En este juego encarnamos a un adorable gato que se encuentra perdido en una ciberciudad habitada por robots. Es una aventura con una narrativa melancólica, una dirección de arte que te vuela la cabeza y, lo más importante, ¡puedes maullar con un botón dedicado! Es una experiencia corta, emotiva e inolvidable. Un título perfecto para desconectar de tanto disparo y competición.
Totally Accurate Battle Simulator (PS4/PS5)
Y del arte y la melancolía pasamos… al disparate más absoluto. Totally Accurate Battle Simulator, o TABS para los amigos, es un simulador de batallas basado en físicas… y ya. La premisa es simple: colocas unidades de todo tipo (desde granjeros con horcas hasta dioses mitológicos) en un campo de batalla y observas cómo se desata el caos más imprevisible y desternillante que hayas visto. Las físicas «wobbly» (o bamboleantes, para entendernos) hacen que cada combate sea un espectáculo de humor absurdo. Es uno de esos juegos perfectos para echar unas risas con amigos o simplemente para experimentar y ver qué pasa si 100 hobbits se enfrentan a un mamut. Pura diversión sin pretensiones.

