El mundo de los videojuegos es un hervidero constante de innovación, pero también de polémicas. Recientemente, una noticia ha sacudido la industria como un thunderjaw desbocado: el gigante chino Tencent ha decidido pausar el desarrollo y promoción de su ambicioso título, *Light of Motiram*, tras una sonada acusación de plagio por parte de Sony y su aclamada saga *Horizon*. ¿Estamos ante un caso de «inspiración» con muy poca vergüenza, o es que la creatividad se ha vuelto tan homogénea que es imposible no pisar callos ajenos? Vamos a desgranarlo.
El Nacimiento de una Promesa y la Sombra del Sospechoso
Cuando se anunció *Light of Motiram*, muchos gamers se frotaban las manos. Un RPG de acción y supervivencia de mundo abierto, con elementos de construcción de bases y la posibilidad de domar y luchar contra más de 100 criaturas mecánicas. Prometía horas de exploración en un mundo donde «la civilización humana ha desaparecido». Desarrollado por Polaris Quest y publicado por Tencent, el título apuntaba alto, con planes de lanzamiento en PS5, PC, iOS y Android. Sonaba como la fantasía de cualquier amante de la supervivencia.Pero claro, la comunidad no tardó en levantar la ceja. Desde el primer tráiler, mostrado a finales de 2024, los jugadores ya señalaban similitudes evidentes con la saga *Horizon*. No hablamos de un parecido casual, sino de algo que gritaba a los cuatro vientos: «¡Eh, esto me suena de algo!». Las alarmas, como diría un buen amigo, se encendieron más rápido que el modo ráfaga de un cazador.
El Elefante en la Sala: ¿Aloy, eres tú?
Es innegable que la estética de *Horizon Zero Dawn* y *Forbidden West* ha dejado una huella imborrable en la industria. Esas bestias robóticas imponentes, un mundo post-apocalíptico reconquistado por la naturaleza, y esa protagonista con pelo rojizo y arco. Pues bien, *Light of Motiram* parecía calcar la fórmula hasta límites insospechados.
Sony Interactive Entertainment, la compañía detrás de PlayStation, no ha tardado en mover ficha. Han presentado una demanda contra Tencent por infracción de derechos de autor y marca registrada, calificando a *Light of Motiram* como un «clon servil» que podría confundir a los consumidores. ¡Y con razón! Solo hace falta echar un vistazo a los materiales promocionales para ver que las coincidencias van más allá de la mera inspiración: la ambientación, las tribus humanas, las bestias mecánicas con puntos débiles brillantes, la tipografía, la paleta de colores… hasta la protagonista parecía la prima lejana de Aloy. Algunos usuarios, con gran ingenio, lo bautizaron como «*Horizon Zero Originality*».Lo más irónico del asunto es que, según la denuncia de Sony, Tencent habría contactado previamente con ellos en 2024 para proponer una colaboración oficial sobre *Horizon*. Tras ser rechazados, continuaron desarrollando *Light of Motiram* en paralelo. Esto, amigos, no huele a inspiración; huele a copia de examen después de que te nieguen las respuestas.

La Industria del Videojuego: ¿Dónde está el límite?
Aquí es donde la cosa se pone interesante y, si me permitís, un poco turbia. La línea entre la inspiración y el plagio siempre ha sido difusa en el arte, pero en los videojuegos, con presupuestos millonarios y años de desarrollo, la propiedad intelectual es un campo minado. Tencent, como sabéis, es un peso pesado, conocido por su tendencia a «inspirarse» en títulos exitosos.La decisión de Tencent de pausar el desarrollo y la promoción de *Light of Motiram* hasta que el litigio se resuelva es un movimiento estratégico. No habrá más marketing ni pruebas públicas, y su lanzamiento no se adelantará antes de 2027. Esto nos da tiempo para reflexionar. ¿Es que ya no quedan ideas originales bajo el sol (o bajo la luna de un mundo post-apocalíptico)? ¿O es que el afán por el pelotazo económico lleva a los grandes a tomar atajos poco éticos?Es cierto que algunos argumentan que *Light of Motiram* tenía mecánicas propias, como el enfoque en el combate estilo soulslike y la posibilidad de personalizar y usar a las criaturas robóticas de una manera más profunda que en *Horizon*. Incluso se habla de elementos de supervivencia y construcción de bases más complejos. Pero, ¿importa eso si el envoltorio es una copia tan descarada? Es como si te sirvieran un plato delicioso en un restaurante de lujo, pero en un bol de plástico con la marca de otro restaurante. La primera impresión, queridos amigos, es la que cuenta.

El Futuro de la Originalidad en la Industria
Este caso nos obliga a preguntarnos: ¿hasta qué punto las grandes empresas tienen carta blanca para «inspirarse» en el trabajo ajeno? Y, ¿qué significa esto para los estudios más pequeños o para aquellos que buscan innovar de verdad? Sony, por su parte, ha argumentado que *Light of Motiram* puede poner «en peligro su éxito futuro», y es comprensible. Invertir años y millones en una IP para verla replicada de forma tan evidente es, cuanto menos, frustrante.Tencent ha respondido a la demanda alegando que Sony busca un «monopolio inadmisible», citando ejemplos como *The Legend of Zelda*, *Far Cry* o *Outer Wilds* en su defensa. Es un argumento que a menudo sale a la palestra: «todos se copian de todos». Pero hay una diferencia abismal entre tomar prestada una mecánica o un concepto genérico, y replicar hasta la paleta de colores y el diseño de personaje principal de una saga con una identidad visual tan marcada como *Horizon*. Es como intentar decir que todos los juegos de disparos son plagio de *Doom*. ¡Hombre, por favor!Como gamers, lo único que queremos es disfrutar de buenos juegos. Y si un juego es bueno, divertido y ofrece algo único, bienvenido sea. Pero también debemos ser críticos y exigir originalidad. Este tipo de polémicas, aunque a veces resultan entretenidas desde la barrera, pueden desincentivar la verdadera innovación y convertir la industria en un eterno bucle de imitaciones. Veremos cómo se resuelve este culebrón legal, pero una cosa está clara: la sombra de Aloy es alargada, y no todos pueden escapar de ella impunemente.

