¡Qué tal, jugones! Aquí vuestro colega de Vitalgamer, listo para poner patas arriba el teclado y soltar mi ración de cafeína y opinión sobre uno de los momentos más… *interesantes* de los pasados The Game Awards 2025. ¡Agarráos que vienen curvas!
La Noche que Nadie Esperaba: Clair Obscur y el RPG del Año
Recordáis esa gala, ¿verdad? Esa en la que todos teníamos nuestra porra hecha, nuestros memes preparados y la cuenta de Twitter (o lo que sea que usemos ahora) a punto para el *hate* o el *hype*. Pues bien, entre la traca de anuncios y los premios «esperados», hubo uno que nos dejó a muchos con la mandíbula por los suelos y una pregunta rondando la cabeza: ¿Clair Obscur: Expedition 33 como Mejor RPG? Sí, señores, pasó. Y la polémica estaba servida, como un buen plato de lentejas con extra de *drama*.
El Contexto: ¿Quién demonios es Clair Obscur?
Antes de que empecéis a tirarme tomates virtuales, seamos justos. Clair Obscur: Expedition 33 no es un mal juego. De hecho, tiene su encanto. Desarrollado por un equipo con talento y una visión clara, nos metió de lleno en una aventura con un estilo artístico precioso, una narrativa intrigante y unas mecánicas de rol por turnos que, a su manera, buscaban innovar. Era una propuesta fresca, sí, una bocanada de aire en un género que a veces peca de continuista. Su apuesta por una dirección artística única y una historia más introspectiva fue, sin duda, un punto a su favor para muchos.Pero seamos sinceros, ¿estaba en la quiniela de casi nadie para llevarse el gordo en la categoría de Mejor RPG? Probablemente no. La comunidad gamer, y no me excluyo, teníamos otros pesos pesados en mente. Los murmullos de juegos con presupuestos mastodónticos, campañas de *marketing* que nos taladraban el cerebro y legiones de fans ya consolidadas, hacían que la victoria de *Clair Obscur* pareciera un unicornio bailando breakdance.
La Polémica Victoria: ¿Justicia o Troleo de los The Game Awards?
Aquí es donde la cosa se pone picante. La reacción en redes sociales fue instantánea y brutal. Por un lado, una facción, quizá más nicho, aplaudía la valentía de reconocer una propuesta diferente, una joya indie (o semi-indie) que merecía su momento de gloria. «¡Al fin un soplo de aire fresco!», decían. «¡No todo es triple A!». Y tienen su punto, eh. La industria del videojuego necesita de estas sorpresas para no estancarse.

Por otro lado, y siendo honestos, la mayoría, y me incluyo, sentíamos una mezcla de incredulidad y ¿un poco de rabia? Había otros contendientes que parecían, a todas luces, más «completos», más «impactantes» o, simplemente, más «RPG» en el sentido clásico y esperado del premio. La discusión sobre qué demonios significa «Mejor RPG» volvió a la palestra con más fuerza que nunca. ¿Es la innovación? ¿La fidelidad a las raíces? ¿El impacto cultural? ¿O simplemente lo que le apetezca a un jurado en un día concreto?
¿Qué Define a un «Mejor RPG»?
Es la pregunta del millón de píxeles, ¿verdad? Para mí, un gran RPG te sumerge en un mundo, te hace sentir el peso de tus decisiones, te presenta personajes que recordarás y te ofrece una progresión que te engancha como un buen capítulo de tu serie favorita. *Clair Obscur* lo intentó, y en muchos aspectos lo consiguió. Su narrativa, aunque a veces algo críptica, te invitaba a la reflexión. Sus personajes, con ese toque melancólico, se quedaban contigo. Y su sistema de combate, pese a no ser revolucionario, tenía su punto estratégico.Pero claro, si lo comparas con otros monstruos del género rol que quizás estaban nominados (y aquí no voy a dar nombres para no echar más leña al fuego, pero todos sabemos a cuáles me refiero), la cosa se complica. ¿Estaban esos otros juegos a otro nivel en cuanto a escala, profundidad de sistemas o libertad de acción? Para muchos, sí. Y ahí reside el quid de la polémica. No es que *Clair Obscur* fuera malo, es que la percepción de «Mejor» en una categoría tan competida es subjetiva y, a veces, parece que se desconecta de la opinión mayoritaria de la comunidad gamer.
El Impacto y el Futuro: ¿Una Llamada de Atención a la Industria?
Más allá del cabreo inicial o la sorpresa, esta victoria de Clair Obscur: Expedition 33 nos deja varias reflexiones. Primero, que los The Game Awards, por mucho que digan, a veces se marcan unas jugadas que ni el mejor *speedrunner*. ¿Es esto bueno o malo? Depende de a quién le preguntes. Para los que defienden la diversidad y la visibilidad de juegos menos mainstream, fue un triunfo. Para los que esperaban ver coronados a sus gigantes favoritos, fue un poco como si te prometen paella y te dan sushi.

Quizás, y solo quizás, esto sea una señal. Una señal de que la industria del videojuego está buscando algo más allá de los gráficos de última generación y los mundos abiertos infinitos. Una señal de que la originalidad y una voz propia pueden tener más peso del que creemos. Pero también es una señal de que el debate sobre la representatividad y la transparencia en estos premios sigue más vivo que nunca. ¿Quién vota? ¿Bajo qué criterios? ¿Hasta qué punto se tienen en cuenta las voces de la comunidad gamer?Personalmente, creo que es bueno que se generen estos debates. Nos hacen pensar, nos hacen cuestionar y, al final, nos hacen apreciar más la diversidad de experiencias que nos ofrece el mundo del videojuego. Eso sí, la próxima vez, que nos den un *aviso a navegantes* antes de soltar un bombazo así. Que el corazón no está para estos sobresaltos.

