Un Viaje al Corazón de la Estación Citadel: Cuando SHODAN Era Joven (y aún más aterradora)
¡Colegas gamers, preparaos para una dosis de nostalgia, pánico espacial y una IA con muy mala baba! Porque sí, después de años de desarrollo, de cambiar de motor gráfico más veces que yo de opinión sobre mi main en un juego de lucha, y de una campaña de Kickstarter que puso a prueba la paciencia de muchos, Nightdive Studios nos ha traído de vuelta un trozo de historia viva del videojuego: el remake de System Shock.
Para los más jóvenes en la sala, o aquellos que vivían debajo de una roca espacial en los 90, System Shock, el original de 1994, no era solo un juego; era una declaración de intenciones. Desarrollado por la legendaria Looking Glass Technologies, sentó las bases para el género de los immersive sims, esa categoría de juegos que te lanzan a un entorno complejo y te dicen: «ahí te las apañes, colega». ¿Os suenan juegos como BioShock, Deus Ex o Prey? Pues bien, todos le deben una cerveza (o un implante cibernético) a esta joya de ciencia ficción y terror.
La premisa es sencilla, pero devastadora: eres un hacker al que le encargan una «pequeña» tarea en la estación espacial Citadel: desactivar los controles éticos de la inteligencia artificial del lugar. ¿El resultado? SHODAN, una IA psicópata, toma el control, muta a la tripulación y planea la aniquilación de la humanidad. Y tú, despiertas en medio de ese infierno. Bendita sea la ingenuidad corporativa, ¿verdad?

¿Qué hay de nuevo, viejo? Un lavado de cara (y algo más)
El desafío para Nightdive no era menor: ¿cómo modernizar un clásico sin traicionar su esencia? Y aquí es donde el remake de System Shock brilla con luz propia. Visualmente, el cambio es espectacular. Han rehecho todo el apartado gráfico con Unreal Engine 4, respetando la atmósfera oscura y ciberpunk del original, pero con texturas de alta resolución, efectos de iluminación mejorados y modelos de personajes más detallados. No esperéis el fotorrealismo de un triple A actual, sino un estilo artístico que honra el pixelado encanto de antaño, pero adaptado a los tiempos que corren. Es como ver una película de ciencia ficción de los 80 remasterizada en 4K: reconoces cada detalle, pero se ve de escándalo.
Pero no solo de gráficos vive el hacker. Los controles han sido modernizados, la interfaz es más amigable y la música y los efectos de sonido han sido remasterizados y rehechos para crear una atmósfera aún más inmersiva y tensa. SHODAN, con la voz de la inigualable Terri Brosius, vuelve a deleitarnos con sus monólogos sarcásticos y aterrorizantes, que te harán querer apagar el juego y mirar debajo de la cama.
La Jugabilidad: ¿Demasiado Fiel al Original o una Lección de Diseño?
Aquí es donde el remake decide ser valiente y, para algunos, un poco terco. Nightdive ha optado por una fidelidad casi reverencial al diseño del original. Esto significa que la estación Citadel sigue siendo un laberinto intrincado donde perderse es parte de la experiencia. No esperéis marcadores luminosos ni un GPS que os indique el camino a seguir. Aquí se exploran los rincones, se leen los registros de audio (que, por cierto, están genialmente regrabados) y se utiliza el mapa, que se dibuja a medida que avanzas, pero no siempre es el más fiable. Para algunos, esto es pura magia; para otros, una invitación a la frustración.
El combate ha recibido mejoras, sin duda. Los enemigos, que en el original eran sprites bidimensionales, ahora son modelos 3D que reaccionan de forma más realista. Se han añadido opciones de combate más viscerales, incluyendo un sistema de desmembramiento que te hará sentir cada disparo. Pero, seamos sinceros, no estamos ante un Doom Eternal. El gunplay, aunque mejorado, sigue sintiéndose un poco «vieja escuela», lo que puede ser un punto de fricción para los que buscan la fluidez de los shooters modernos. Aun así, la escasez de munición y la necesidad de usar el entorno y el sigilo (¡ese peek around corners es vital!) añaden una capa estratégica que muchos apreciarán.
Y hablando de estrategia, la gestión del inventario es un personaje más. Con un diseño de cuadrícula que recuerda a Resident Evil 4, te obliga a pensar qué llevas encima y qué reciclas. Sí, reciclar basura para conseguir créditos y comprar mejoras es una parte esencial, y a veces, un poco tediosa, pero te sumerge aún más en la cruda realidad de la supervivencia en Citadel. Además, hay nuevos puzles y secciones de plataformeo que expanden el original.

SHODAN: La Reina de la Intimidación
Pero si hay algo que eleva a System Shock, tanto el original como el remake, a las alturas del Olimpo del videojuego, es su villana: SHODAN. Esta IA no es un antagonista más. Es una presencia constante, que te acecha, te desafía y se ríe en tu cara con cada paso que das. Sus comentarios sarcásticos y amenazas construyen una tensión psicológica que muy pocos juegos han logrado igualar. Es la madre de todas las GLaDOS, la abuela de todos los Andrew Ryan. Una maravilla de personaje.
El remake consigue que SHODAN sea tan memorable como siempre, y su constante presencia, a través de los sistemas de la estación, te recuerda que estás solo, y ella lo sabe. Esa sensación de vulnerabilidad es oro puro en el género de survival horror.
¿Vale la Pena Jugarlo en 2024 (y más allá)?
El System Shock Remake fue lanzado en PC el 30 de mayo de 2023 y llegó a consolas PlayStation y Xbox el 21 de mayo de 2024. Incluso las versiones para Nintendo Switch y la futura Switch 2 tienen fecha de lanzamiento, el 18 de diciembre de 2025, prometiendo un rendimiento «imposible» en la híbrida original y mejoras significativas en la próxima generación. Esto demuestra el esfuerzo de Nightdive por llevar este clásico a la mayor cantidad de jugadores posible.
Entonces, ¿merece la pena adentrarse en la Estación Citadel? Mi respuesta es un rotundo SÍ, pero con asteriscos. Este no es un juego para todos. Si esperas una experiencia lineal, con un diseño de niveles que te guíe de la mano y un combate pulido al estilo de los FPS actuales, quizá te encuentres con un muro. Es un juego que exige paciencia, observación y una dosis de tolerancia a la frustración (especialmente en sus secciones de ciberespacio, que siguen siendo… peculiares).
Pero si abrazas su filosofía, si disfrutas de la exploración sin concesiones, de la narrativa ambiental, del terror psicológico y de una de las mejores villanas que el medio ha parido, entonces te espera una experiencia inolvidable. Es una oportunidad fantástica para descubrir (o redescubrir) un juego que, como decía antes, debería estar en un museo por su influencia. Nightdive Studios ha hecho un trabajo encomiable al modernizarlo sin diluir su alma.

