El fragor de la batalla, el inconfundible sonido de una racha de bajas a punto de caer, la adrenalina que bombea al grito de «¡Contacto!». Eso es Call of Duty, ¿verdad? O al menos, lo era. Porque, amigos y amantes del *shooter*, el trono del rey está tambaleándose, y esta vez, incluso la mismísima Activision ha tenido que admitirlo: Call of Duty: Black Ops 7 ha sido, sin paños calientes, un fracaso. Un jarro de agua fría que, no nos engañemos, muchos veíamos venir, pero que pocos esperaban que la compañía reconociera con esta contundencia.
El Ocaso de un Gigante: Black Ops 7 y la Grieta en el Muro
Que Black Ops 7 no ha cuajado es algo que se mascaba en el ambiente desde su lanzamiento. Las cifras no mienten: una caída del 61% en ventas respecto a su predecesor, Black Ops 6, lo sitúa como el título menos vendido de la franquicia. Y si las ventas son el termómetro del éxito, las notas de Metacritic son la fiebre que confirma la enfermedad. Un 67 por parte de la prensa y un alarmante 1.9 de los usuarios. ¿Os imagináis? Un 1.9. ¡Ni la campaña más delirante de un Black Ops justifica eso!.
No es que Call of Duty no haya tenido sus tropiezos antes. Siempre ha habido voces críticas, eso es innegable. Pero con Black Ops 7, la cosa ha sido diferente. Ha sido un *despropósito absoluto*, como bien apuntan algunos medios. La campaña, con un argumento incomprensible y mecánicas confusas, no enganchó. El multijugador, que solía ser la tabla de salvación, cayó en la repetición y la falta de innovación. Ni los zombis, que en otras ocasiones han obrado milagros, lograron levantar el vuelo. Era, en esencia, «más de lo mismo» pero peor, una especie de actualización glorificada de Black Ops 6, y eso, en un mercado tan saturado y exigente, es un lujo que ni el todopoderoso CoD se puede permitir.
¿Un Sucesor Espiritual de Black Ops 2? ¡Menuda Jugada!
Lo más irónico de todo es que Activision lo había vendido como un «sucesor espiritual de Black Ops 2«. Black Ops 2, ¡ojo! Uno de los favoritos de la comunidad, un juego que muchos recordamos con cariño por su campaña ramificada, su multijugador frenético y sus zombis épicos. La promesa era alta, las expectativas, por las nubes. Y la caída, claro, ha sido aún más dolorosa. Parece que la compañía se ha dado cuenta de que no basta con agitar el fantasma de la nostalgia para contentar a una comunidad gamer que ya no se conforma con migajas.
El «Cambio Radical»: ¿Activision Escucha o Tira la Toalla?
El comunicado de Activision es un golpe sobre la mesa. No solo reconocen el fracaso de Black Ops 7, sino que prometen un «cambio radical» en la estrategia de la saga. ¿Y cuál es la medida estrella? Agarraos, que viene curva: se acabaron los lanzamientos consecutivos de la misma sub-franquicia. Es decir, no más un *Modern Warfare* y al año siguiente otro *Modern Warfare*, ni un *Black Ops* y luego otro *Black Ops*. La idea es que cada juego ofrezca una «experiencia absolutamente única» y que la innovación sea «significativa, no incremental».
Esto, honestamente, es música para mis oídos. Llevamos años quejándonos de que CoD se ha vuelto predecible, que ha perdido esa chispa que lo hacía el rey indiscutible de los *shooters*. Los lanzamientos anuales, con prisas y muchas veces con el refrito de mecánicas y mapas, han erosionado la marca hasta límites insospechados. Si bien es cierto que no van a abandonar el modelo de lanzamiento anual (ahí sigue el monstruo de la monetización y el calendario de ingresos), sí parece que al menos intentarán que cada entrega tenga su propia identidad y un respiro creativo.
¿Es una disculpa sincera o una maniobra desesperada para no perder más jugadores frente a pesos pesados como el inminente *Grand Theft Auto VI*?. Solo el tiempo lo dirá. Pero la intención, al menos sobre el papel, es buena. Quieren «redibujar el futuro de CoD» y recuperar la confianza de los fans. Para ello, prometen escuchar activamente a la comunidad, ofrecer soporte «sin precedentes» a Black Ops 7 (¡a toro pasado, claro!), y replantear el calendario de lanzamientos.
¿El Futuro de CoD?: ¿Luces al Final del Túnel o Más de lo Mismo?
Aquí es donde entra el escepticismo de un viejo lobo de mar como yo. Hemos visto promesas antes. Hemos visto a Activision hablar de cambios y luego caer en los mismos errores. La gran pregunta es: ¿es posible ofrecer «innovaciones significativas» en cada entrega si sigues lanzando un juego cada año?. Desarrollar un AAA es un proceso largo y costoso, y la presión de un calendario anual es brutal.
Para mí, el verdadero cambio radical pasaría por darle a cada estudio el tiempo que necesite. Dejar que Treyarch, Infinity Ward o Sledgehammer Games cocinen sus juegos a fuego lento, sin la espada de Damocles del lanzamiento anual. Que puedan experimentar, arriesgarse y no tener que meter con calzador un modo Zombis solo porque «toca». Porque, como decía el meme, cuando Call of Duty intentó cambiar (¿recordáis los *jetpacks*?), la respuesta no siempre fue la mejor, pero al menos *intentaba* algo distinto. El problema es que quemaron la idea rápidamente.
La Necesidad de un Alma Propia
Lo que la saga necesita desesperadamente es recuperar su alma, su identidad. Que cada entrega no sea solo un producto más en la cadena de montaje, sino una experiencia con personalidad propia. Que nos vuelva a sorprender con una campaña que nos deje sin aliento, un multijugador que se sienta fresco y adictivo, y modos adicionales que no sean un mero relleno. Que el lema de «impulsar la franquicia y el género hacia delante» se convierta en una realidad y no en otro eslogan vacío.
El desafío es inmenso. La credibilidad de Activision ha estado por los suelos durante años. Pero si este fracaso de Black Ops 7 sirve como un verdadero punto de inflexión, como un «ahora o nunca», entonces quizás, solo quizás, el futuro de CoD no sea tan oscuro como parece. Necesitamos un Call of Duty que no solo venda, sino que inspire, que innove y que, sobre todo, nos devuelva esa chispa que nos enamoró de esta saga. Que la fuerza nos acompañe, *gamers*.

